En estos días he parado un poco para hacer una reflexión. Me gusta mi vida como está, pero eso no significa que no le quiera agregar más. ... Agregarte a ti, por ejemplo. Pero, no das señales, si vives o mueres en mí... Solo estás ahí, como los microbios, los cueritos de los dedos y los sostenes. Bien me va a ir en la vida con esas comparaciones, pero es que no sé cómo explicar los instantes reprimidos, lo que significa para mí una palabra dicha por ti. Estoy en un estado de negación total, me da miedo tan siquiera creer que esto puede ser real. No entiendo, quizás me niego a creer que algo sea tan perfecto o me niego a creer que tú no sientes esto. O quizás me niego a creer que me equivoqué, pero tus ojos me dicen, a veces, que lo estoy haciendo bien. Definitivamente, no te entiendo, pero a veces tampoco quiero entenderte.
Mi pascualina versión web. La gente siempre dice muchas cosas sobre mí, aquí podrás leer si son ciertas o no.