Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2013

Hablemos de lo que no demuestro...

Siempre he sido una persona con gustos raros. Nunca me ha gustado lo común o lo corriente, siempre es algo que se adapte a mí. Y eso se ajusta a los hombres también... Al momento puedo decir que ningún novio que he tenido a lo largo de mi vida se ha parecido a otro. Todos son diferentes físicamente hablando, pero todos tienen una misma característica: son inteligentes. Quizás pueda decir que no he estado siempre con hombres agraciados, pero de algo sí estoy segura: siempre he estado con hombres brillantes. Yo me enamoro del cerebro de las personas, de los hombres que en una conversación te atrapan, que son capaces de argumentar y argumentar con hechos. Me enamoro de hombres que saben lo que quieren... Sin embargo, yo nunca sé demostrar lo que quiero. Y ahí está el problema, ¿Cómo le haces saber a alguien que estás pensando más en él de lo que estás acostumbrada?, ¿Cómo sobrepasas los límites?, nunca lo supe, siempre creí saberlo... pero la verdad es que me dejaba llevar. Y

Un karma menos...

A lo largo de mi vida he tenido problemas con muchas personas, en parte porque tengo un carácter de mierda y en parte porque soy muy impulsiva, más cuando era joven, hablaba sin pensar, incluso a veces lo hago y me arrepiento después. Anoche fue el cumpleaños de mi mejor amiga, la que quiero y me quiere, la que amo y me ama. 10 años de idas y venidas, de estar cuando me necesita, de estar cuando la necesito. Y qué extraña es la amistad, que a veces debes hacer cosas necesarias por esa persona y por ti, es una especie de negociación. Me explico: Elizabeth tiene una mala costumbre, ser amiga de personas que yo odio/odiaba. El problema de eso es que a esas personas las veo todos los años, en sus cumpleaños. Y lo odio. Ayer me topé con un viejo karma. Una persona de la que yo hablé mal, ella me respondió, nos odiabamos, en fin... Un drama entero. Así que me tomé una biela, me acerqué a esa persona y le dije: "Discúlpame, fui una inmadura... eres madre, te admiro por eso.

Cuando pierdes el norte...

Como les comentaba en el post anterior, planeo retomar mi pascualino blog y está vez sí cumplir con mi promesa de darle un cambio más profesional, dejar de lado a china bella sin perder la esencia.  Mientras pensaba sobre esto, me llegó a la mente otra cosa: He perdido el norte de mi vida , sí... suena un poco intenso, sin embargo, es cierto. Hace tres años, antes de que llegue a la radio y haga todo esta mega evolución, me sentía un poco más libre de poder decir y hacer y pensar todo lo que me daba la gana y transmitirlo. Creía y sigo creyendo que eso es importante... Por eso estudio comunicación.  Ahora, al estar tan sumergida en el trabajo, he dejado de lado cosas que realmente disfrutaba hacer, como bloguear por el simple morbo de contarle mi vida a desconocidos qué, puede que me lean o puede que no lo hagan. También he dejado de lado mi libertad creativa. No me malinterpreten, amo mi trabajo. Pero he llegado a un punto donde mi vida gira en torno a eso y no es correct

Yo, la complicada...

Tiempo sin escribir acá, quizás por eso siento que tengo tantas cosas que decir que se hacen pequeñas cuando estoy frente al teclado y empiezo a redactar. Es la falta de practica, creo. Estos últimos seis meses han sido de cambios constantes, todo a mi alrededor ha cambiado. Algunas personas le llaman madurar, pero conozco a alguien que me dice que soy la persona "más inmadura que conoce", así que no sé qué creer. Aún así, no soy una persona que se deje llevar mucho por las costumbres, más bien, trato de hacer lo que siento que es correcto todos los días. Lo que me lleva a mi primer punto... La vida es una hija de puta, te pone pruebas constantes para ver si fallas en los mismos errores del pasado, para saber si aprendiste la lección o necesitas un "cocacho"; al menos esa es la conclusión que tengo de todo el huracán de emociones que estoy experimentando. Profesionalmente, siento que estoy lejos, muy muy lejos de lo que quiero ser en algún momento. Le p