¿Se han dado cuenta de que todo en esta vida es un título?
A lo largo de los años, todos luchamos por un título, una "meta" que es el resultado de haber estudiado (luchado) 18 años, más si decides estudiar en la Universidad y dependiendo, además, de la carrera que escojas.
Ojo, no estoy en contra de eso, no me malinterpreten. Estudiar es muy importante, es lo que te da una base para ser un profesional preparado en tu medio. Pero no, la excelencia no te la garantiza un título, muchos profesionales han obtenido su título de forma dudosa y eso no los hace buenos, obviamente. Así como hay personas que por ABC motivos no han terminado sus carreras y eso tampoco los hace malos profesionales. En este caso, el título importa, pero no es lo más importante. Son los conocimientos adquiridos los que te llevan a desempeñarte con excelencia en el área que escogiste.
Y aunque sé que el tema anterior se presta para debates, la realidad es que no es esa clase de títulos los que quiero mencionar en mi post en este momento, sino de cómo jode la gente por los títulos en las relaciones.
Primero cuando eres soltera/o. Te quieren ver amarrado/a, acompañado/a en todos lados. ¿Por qué es tan difícil asimilar que una persona está soltera?; no me he amarrado desde hace algún tiempo, he salido con personas pero no lo subo a mis redes sociales porque, pese a que documento todo, creo que mi vida personal es mía y de nadie más.
No se trata de esconderse, no me malinterpreten, se trata de tener un criterio sobre una relación, de cuidar lo que tienes con alguien. Se trata de querer cuidar tu intimidad en un tiempo donde no existe la intimidad. En un tiempo donde tu tía que ves sólo en navidad se entera de tus farras, en un tiempo donde tus amigas mandan capturas al grupo de WhatsApp de la foto que subiste a Instagram con algún amigo y te ponen "viiiiiiiii" acompañado del corazón rojo cholo grandote y latiente. ¿Por qué exponer a una persona que puede que no se quede en tu vida? ¿Por qué darle importancia que quizás no se merezca?
Pero la gente no lo entiende así. Necesitan darte el título de "amarrado/a", y si no lo estás, empiezan a inventarse fantasmas. De ley "tú eres jodido/a", "te vas a quedar solo/a", y tantas cosas más.
Luego, cuando por fin sales con alguien de forma estable. La gente no entiende el concepto de salir, de conocerse. Si bien es cierto conocerse es un proceso que incluso las relaciones estables viven todos los días, esta es una etapa fundamental para fijarse bien a quién se le permite la entrada al corazón, a la vida. Con quien compartirás secretos. Y esto sólo lo entendí luego de haber tenido muchos vampiros energéticos en mi vida, que sólo chuparon lo que necesitaron y se fueron... pero eso es tema para otro post.
Y aquí es cuando vienen las preguntas incómodas, de una sociedad careverga. Porque no hay otra palabra. "¿Cuando se amarran?", "¿Cómo se amarraron?", "¿Hasta cuando seguirán así?", o la peor, la exigente "¡¡Ya amarrense!!". Como si "amarrarte" es tan fácil como comerte un caldo de bola hecho por tu mamá. No señores, amarrarse no debería de ser fácil, porque a veces el amor que tú crees que sientes no es amor, es ilusión. Y cuando uno está ilusionado, se apendeja. No abre los ojos a lo que tiene al frente... O quizás sí, pero puede más la necesidad de complacer a los metidos, la seguridad que da "estar amarrado", ¿Por qué? ¿Por qué sentimos que esto es necesario?
Sucede también cuando una de las partes se desespera por el título. Es ahí cuando surge el incómodo "¿Qué somos?". ¿Por qué necesitamos "ser la pelada de alguien", "el novio de alguien"? Quizás él o ella no está seguro de ti, quizás tú sólo quieres tener la seguridad del "me amarré" para tus amigos. Pregúntatelo. ¿Por qué quieres amarrarte? ¿Por qué no te lo han pedido? ¿Por qué necesitas que te lo pidan? Quizás para esa persona no eres importante si no te lo ha pedido, no necesitas forzarlo a que te mienta. Quizás no está seguro. Y tiene la razón de dudar, como tú dudas de sus intenciones en este momento. Ambos pueden dudar, y está bien, porque la confianza NECESITA TIEMPO y para eso ES NECESARIO CONOCERSE.
Y no me vengan con el cuento de la seguridad, porque ser la pelada o el pelado de alguien no te asegura que no te pondrán los cachos o te fallarán. A la hora de hacer las cosas, el título se lo pasan por los huevos, créanme.
Cuando te amarras es otro rollo, si ya llevan mucho tiempo no falta el amigo/la amiga careverga que te pone emojis de anillos en las fotos que subes con el peor es nada, o lo que es peor te aniquila con el "¿Cuándo se casan?" cada vez que los ve juntos. ¿POR QUÉ? ¿Por qué querer casar a la gente?
Amigos, casarse en esta época es caro. ¿Vas a pagar el evento? Entonces, ¿Por qué forzar las cosas? es incomodo, imprudente y de mala educación. Y sobre todo, es una decisión difícil que deben tomar DOS PERSONAS porque se quieren, no porque su amigo imprudente los presionó.
Y así podría pasar horas escribiendo sobre los títulos en la vida, pero la realidad es que he llegado a la conclusión de que el único "título" que me llevaré el día que deje este mundo es mi nombre, nada más.
Cuando entendí eso, dejé de estresarme. Me calmé y me dejé fluir... No necesito títulos, las cosas pasan en el tiempo que deben pasar y a la única persona que pertenezco es a mí misma. Soy yo la que importa, la que no necesita ningún título de mierda para ser feliz y para amar a quien la ama.
No es en el tiempo de la gente, es en mí tiempo. No soy de nadie, soy mía.
A lo largo de los años, todos luchamos por un título, una "meta" que es el resultado de haber estudiado (luchado) 18 años, más si decides estudiar en la Universidad y dependiendo, además, de la carrera que escojas.
Isla Santay, 2017. Foto: Jorge Duman.
Ojo, no estoy en contra de eso, no me malinterpreten. Estudiar es muy importante, es lo que te da una base para ser un profesional preparado en tu medio. Pero no, la excelencia no te la garantiza un título, muchos profesionales han obtenido su título de forma dudosa y eso no los hace buenos, obviamente. Así como hay personas que por ABC motivos no han terminado sus carreras y eso tampoco los hace malos profesionales. En este caso, el título importa, pero no es lo más importante. Son los conocimientos adquiridos los que te llevan a desempeñarte con excelencia en el área que escogiste.
Y aunque sé que el tema anterior se presta para debates, la realidad es que no es esa clase de títulos los que quiero mencionar en mi post en este momento, sino de cómo jode la gente por los títulos en las relaciones.
Primero cuando eres soltera/o. Te quieren ver amarrado/a, acompañado/a en todos lados. ¿Por qué es tan difícil asimilar que una persona está soltera?; no me he amarrado desde hace algún tiempo, he salido con personas pero no lo subo a mis redes sociales porque, pese a que documento todo, creo que mi vida personal es mía y de nadie más.
No se trata de esconderse, no me malinterpreten, se trata de tener un criterio sobre una relación, de cuidar lo que tienes con alguien. Se trata de querer cuidar tu intimidad en un tiempo donde no existe la intimidad. En un tiempo donde tu tía que ves sólo en navidad se entera de tus farras, en un tiempo donde tus amigas mandan capturas al grupo de WhatsApp de la foto que subiste a Instagram con algún amigo y te ponen "viiiiiiiii" acompañado del corazón rojo cholo grandote y latiente. ¿Por qué exponer a una persona que puede que no se quede en tu vida? ¿Por qué darle importancia que quizás no se merezca?
Pero la gente no lo entiende así. Necesitan darte el título de "amarrado/a", y si no lo estás, empiezan a inventarse fantasmas. De ley "tú eres jodido/a", "te vas a quedar solo/a", y tantas cosas más.
Luego, cuando por fin sales con alguien de forma estable. La gente no entiende el concepto de salir, de conocerse. Si bien es cierto conocerse es un proceso que incluso las relaciones estables viven todos los días, esta es una etapa fundamental para fijarse bien a quién se le permite la entrada al corazón, a la vida. Con quien compartirás secretos. Y esto sólo lo entendí luego de haber tenido muchos vampiros energéticos en mi vida, que sólo chuparon lo que necesitaron y se fueron... pero eso es tema para otro post.
Y aquí es cuando vienen las preguntas incómodas, de una sociedad careverga. Porque no hay otra palabra. "¿Cuando se amarran?", "¿Cómo se amarraron?", "¿Hasta cuando seguirán así?", o la peor, la exigente "¡¡Ya amarrense!!". Como si "amarrarte" es tan fácil como comerte un caldo de bola hecho por tu mamá. No señores, amarrarse no debería de ser fácil, porque a veces el amor que tú crees que sientes no es amor, es ilusión. Y cuando uno está ilusionado, se apendeja. No abre los ojos a lo que tiene al frente... O quizás sí, pero puede más la necesidad de complacer a los metidos, la seguridad que da "estar amarrado", ¿Por qué? ¿Por qué sentimos que esto es necesario?
Sucede también cuando una de las partes se desespera por el título. Es ahí cuando surge el incómodo "¿Qué somos?". ¿Por qué necesitamos "ser la pelada de alguien", "el novio de alguien"? Quizás él o ella no está seguro de ti, quizás tú sólo quieres tener la seguridad del "me amarré" para tus amigos. Pregúntatelo. ¿Por qué quieres amarrarte? ¿Por qué no te lo han pedido? ¿Por qué necesitas que te lo pidan? Quizás para esa persona no eres importante si no te lo ha pedido, no necesitas forzarlo a que te mienta. Quizás no está seguro. Y tiene la razón de dudar, como tú dudas de sus intenciones en este momento. Ambos pueden dudar, y está bien, porque la confianza NECESITA TIEMPO y para eso ES NECESARIO CONOCERSE.
Y no me vengan con el cuento de la seguridad, porque ser la pelada o el pelado de alguien no te asegura que no te pondrán los cachos o te fallarán. A la hora de hacer las cosas, el título se lo pasan por los huevos, créanme.
Cuando te amarras es otro rollo, si ya llevan mucho tiempo no falta el amigo/la amiga careverga que te pone emojis de anillos en las fotos que subes con el peor es nada, o lo que es peor te aniquila con el "¿Cuándo se casan?" cada vez que los ve juntos. ¿POR QUÉ? ¿Por qué querer casar a la gente?
Amigos, casarse en esta época es caro. ¿Vas a pagar el evento? Entonces, ¿Por qué forzar las cosas? es incomodo, imprudente y de mala educación. Y sobre todo, es una decisión difícil que deben tomar DOS PERSONAS porque se quieren, no porque su amigo imprudente los presionó.
Y así podría pasar horas escribiendo sobre los títulos en la vida, pero la realidad es que he llegado a la conclusión de que el único "título" que me llevaré el día que deje este mundo es mi nombre, nada más.
Cuando entendí eso, dejé de estresarme. Me calmé y me dejé fluir... No necesito títulos, las cosas pasan en el tiempo que deben pasar y a la única persona que pertenezco es a mí misma. Soy yo la que importa, la que no necesita ningún título de mierda para ser feliz y para amar a quien la ama.
No es en el tiempo de la gente, es en mí tiempo. No soy de nadie, soy mía.
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