- Cada persona llega en el momento que la necesitas.
Estoy pasando por unos momentos de enojo bastante fuertes, les cuento...
Me enoja de sobremanera que las personas no sean consideradas con las que lo han sido con ellas, a veces pienso que es cierto lo que dice la Azu, "Hazle favores al mundo, esa persona no te lo pagará, pero te lo retribuirá alguien más..", si puede ser.
Pero ese no es el punto ahora.
Resulta ser que el sábado es el cumpleaños de Ale, una de mis mejores amigas del cole, su actitud la verdad me disgustó demasíado, pero el gordo tiene razón, somos humanos, tenemos derecho a fallar.
Con recelo me he dado cuenta que a veces soy bastante perfeccionista en cuanto a los amigos, sé sin duda que muchos de nosotros quisieramos que nadie de las personas que queremos nos falle, pero a veces eso suele suceder, porque al igual que nosotros, ellos también son humanos. Y, además, a nosotros también nos gustaría que nos justifiquen las fallas cuando las hacemos sin querer. Pero... ¿Qué les diré?
Sin embargo, no hubiera llegado a tan asombrosa reflexión si no hubiera tenido a David a mi lado, y no... no no voy a hablar de mi relación en este post, eso es muy aparte, pero a veces me he dado cuenta que a su lado las cosas resultan más fáciles de lo que parecen, o quizás... ¿Me estaré volviendo más practica?... No lo sé.
Por otro lado, no estoy acostumbrada a que las personas me cierren la boca por sus actitudes, siempre he estado pensando lo peor de los seres humanos, les consta... ya que muy a mi pesar y sin sonar emo ni nada, me han fallado mucho.
Siempre fuí una ferviente creyente de que la humanidad aún tenía salvación, sin sonar ni entrar en un campo religioso, siempre creí que las personas por muy mal que me caígan, debían tener algo bueno. Pero últimamente, me había hecho bastante pesimista, sentimiento que es motivo de desheredo en mi familia, ya que mi madre no nos permite albergar ese tipo de pensamientos, muy a nuestro beneficio mental, claro está... pero eso es muy aparte.
El caso es que ahora, David me ha demostrado con los días que no era el tipo de persona que mucha gente me contó.
Nunca he sido creyente en las opiniones ajenas, y muy por encima del parecer de mi madre, que ella siempre ha detestado esto que les comentaré en mí, resulta ser que siempre me gusta formar mi propia opinión de las personas.
No puedo evitar preguntarme, ¿Qué hubiera sucedido si prestaba oido a las habladurías de la gente?, quizás me hubiera perdido de conocer, hoy en día, a una de las personas más importantes en la existencia de esta, su humilde servidora personal - porque ni crean que les iba a servir a ustedes, manada de cojonudos - pero eso es otra parte.
Me fuí por las ramas para variar, pero a lo que quería llegar, es que a veces, la gente se llena de prejuicio cojudos, OJO, no estoy diciendo que nunca escucho opiniones de la gente, si las escucho, de hecho... Pero uno también debe tener cierto tipo de criterio para poder canalizar las cosas que te dicen y sacar las conclusiones del caso.
Así que debo informarles que otra vez me permito confiar en la humanidad, sin importar el riesgo que pueda tener el decepcionarme, ya que esos pequeños golpes de mi vida han hecho que cada día que pasa me vuelva más fuerte.
Es por eso, que el día sabado en honor a la verdad de mi corazón, no iré al cumple de Ale... me quedaré en mi casa, viendo televisión, comiendo helado de chocolate, abrazada a mi bello y hermoso gordo.
That's All.
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