Les voy a contar un secreto:
Desde niña, las personas a las que no les caigo bien me han dicho que soy "fea".
Nací con catarata congénita, un síndrome hereditario. Me operaron cuando era bebé, producto de eso he usado lentes gruesos toda mi vida. No les puedo contar la cantidad de lentes de contacto que perdí cuando era chica, mi papá gastó muchísimo dinero en eso. Recuerdo que cuando era bebé. mis papás mandaban a pedir mis lentes a Estados Unidos... Está situación era muy rara en el país allá por 1990.
Según mi mamá, un niño y yo eramos los primeros en padecerlo en Ecuador. Aunque a mi no me importaba, mi infancia fue feliz... tuve los mejores abuelos del mundo, mis tías me adoraban, mis papás me engreían y me daban todo lo que quería, no necesitaba más, no quería más.
Todo hasta que llegó el jardín.
Cuando estás en el jardín, los niños son muy crueles, te dicen cosas muy feas. Así fue como me gané apodos como "topo", "cuatro ojos", "fea", etc. Una vez llegué a casa llorando luego de que un niño me había dicho que se me veían los "ojos grandísimos", le conté a mis papás todo... Y mi mamá me dijo la mejor frase que me han dicho nunca: "A tí se te quita operandote de grande y dejando de usar lentes, la imprudencia de ese niño será su karma para siempre. La brutalidad no se quita".
Las cosas mejoraron mucho desde ese día, respondía, reclamaba. Una vez le pegué a un niño que se atrevió a ponerme apodos otra vez. Nunca fui "el tipo de belleza" que está establecido... Solía decirle a mis papás que tenía "lo peor de los dos", no era blanca ni guapa como mi mamá, tenía un pelo feo y mi mamá me había heredado sus cachetes. Mis facciones eran gruesas y para variar, tenía problemas con mi peso, de hecho, aún los tengo.
Las cosas no mejoraron cuando fui a la escuela, sin embargo, me di cuenta que todo está en la actitud. Hice buenos amigos que incluso conservo hasta ahora... pero siempre fui eso, "la cuatro ojos", o como les dio por esa época, "Betty la fea", porque estaba de moda.
En el colegio me cabreé... Adelgacé, usé lentes de contacto, me maquillaba y tuve muchos novios. Pero estaba incomoda, yo no era eso... yo no era una cara bonita con aire en el cerebro, yo era un persona que argumentaba, independiente, valiente, adicta a los libros y no al maquillaje, eso no era para mí.
Cuando me gradué, dejé de comprar lentes de contacto, me chanté mis lentes gruesos, me vi al espejo y lo supe: Soy fea, según la gente, pero soy más que eso. Soy un cerebro, un corazón... Tengo gente que me importa, soy querida por muchas personas. Soy fea, sí, pero tengo estilo propio. Soy fea, sí, pero tengo personalidad.
Qué chucha, soy fea, pero tengo valores, soy amable, buena persona o al menos trato de serlo. Leo noticias, leo libros, me educo y trato de transmitir mis pocos conocimientos, cuido seres vivos que me dan mucho amor, como lo son los animales.
Qué chucha, soy fea, tengo problemas con el peso, siempre los he tenido, mi cuerpo no es perfecto, pero la gente no me ha querido por eso, sino por mi capacidad de razonar y de argumentar y demostrar lo que quiero.
Soy fea, pero inteligente y cuando sea vieja, la gente me recordará por mi cerebro y no por mi fisico. Esa es la razón por la que no me importa el fisico de los demás, para mí las personas son más que algo físico, son personas... y eso, a la larga, es lo que te va a durar hasta que te mueras.
Soy fea, sí... pero acá le llaman confianza en uno mismo y luchar por lo que se quiere siempre.
Recuerda, el fisico se arregla, pero tu cerebro siempre será así, ese no se quita.
That's All.
Comentarios
Buen post!