El fin de semana fue intenso y extenso.
Hoy, sentada en mi laptop antes de que inicie un nuevo día, me puse a pensar qué es lo que realmente quiero.
Sí, quizás todos se han hecho está pregunta siempre, pero yo voy un poco más allá. El jueves pasado tuve una conversación con un amigo, que me hablaba de la necesidad de un compañero de vida; más que un compañero sentimental, alguien que comparta tus sueños, tus metas, tus miedos, tus aciertos y tus decisiones.
Quizás tenga razón, pero a éste punto de mi vida, la idea del "hombre perfecto" es casi inexistente. Me gusta mi estilo de vida, me gusta vivir relajada, vivir el momento. Por otro lado, ayer vi la otra cara de la moneda, lo que sucede cuando haces de éste estilo de vida algo permanente.
Respuesta: El vacío.
Supongo que te sientes súper vacío por dentro, como absorbido, como si no tuvieras más que darle a nadie, porque todo se lo han llevado o tú lo has entregado. No lo sé.
Obviamente, mi idea de tener un esposo, una casa, un perro, ya fue. Fue hace mucho tiempo y esa es la razón principal por la que quiero mantenerme así, lo tengo claro. Pero analizándome, a veces creo que es una escapatoria para no enfrentar mis miedos.
Hoy en la mañana, mientras corría, pensé en el antes y después de mi vida amorosa y llegué a la conclusión de que quizás después de todo sigo dañada, sigo incapaz de volver a sentir lo que sentí en ese momento, esa necesidad de querer estar con alguien.
Y quizás es porque nunca cerré ese episodio de mi vida, simplemente dije muchas cosas tontas, propias de una niña de 20 años. Nunca dije: "Cabrón, eres un hijueputa, ojalá te mueras", simplemente lloré, me callé, ignoré y seguí con mi vida... Le dejé todo al karma.
El karma funcionó, mejor de lo que yo esperaba. Sin embargo, aún tengo un vacío interno que no sé cómo sacarme. Entonces, decidí que voy a curarme antes de buscar algo con alguien.
No puedo seguir ignorando mis emociones para siempre, peor aún, acallándolas.
Quizás escribiré por acá más seguido, quien sabe.
That's All.
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