La semana pasada decidí retomar mi blog personal, sin tanta alharaca, abrí blogger y empecé.
Redacté lo primero que se me vino a la cabeza, no lo publiqué en Facebook, no hice un gran anuncio. Quise retomarlo como un ejercicio de constancia, más para mí que para los pocos lectores de este espacio. Demostrarme a mí misma que puedo hacerlo de nuevo.
Y la verdad es que quien me siga en mis diferentes redes sociales sabe que estoy haciendo "algo" siempre. Gracias a Dios, desde que decidí emprender la mayoría del tiempo tengo un proyecto, algo que editar, algo que ocupa mi mente. Últimamente he inclinado mi pasión por comunicar a la producción y a las relaciones públicas. Como hobbie hago vídeos cortos para Instagram, he perfeccionado mi fotografía... Y sí, he dejado de lado escribir.
Verán, les contaré algo que no sé ni por donde empezar porque aún no entiendo. Escribir para mí era un desahogo, algo que usaba para verter todos aquellos sentimientos (que callaba), frustraciones, emociones. Y no era mala escribiendo, lo disfruto y disfrutaba bastante... Pero la realidad es que empecé a escribir orientándome hacia lo profesional. Y en este punto de mi vida siento que escribir, profesionalmente hablando, no me llena. Quiero más, siempre quiero más.
Así que aproveché un pretexto para desvincularme de la página en la que solía escribir, dejar este blog, dejar todo. Y sólo apuntar cosas puntuales. No sé por qué lo hice. Y quise a inicios de este año retomarlo, con mucha fuerza, con muchas ganas. Pero sólo me duró semanas.
Muchas veces he escuchado que dicen que hacer tu actividad favorita y ligarla con una persona que te importa es lo peor. Y hoy lo entiendo. Porque eso me pasó a mí. Me dejó de importar alguien y dejé de escribir. Y cuando quise volver, no fue lo mismo. Nunca será lo mismo.
Pero las letras no tienen la culpa, escribir cura. Escribir te hace expresar de una manera diferente lo que callas y lo que sientes en el corazón. Por eso me obligué a retomar este blog y por eso volveré a hacerlo profesionalmente... pronto. Y de verdad.
En cuanto a los proyectos alternos, todo va bien, por el momento. Terminé recientemente una campaña con Influencers y me quedó bastante bien, dio de qué hablar y eso es lo importante. Trabajar con mi mamá desde niña en producción de shows me enseñó que siempre es un artista más, un profesional más. Así como yo decidí comunicar, él o ella decidió actuar, cantar, bailar. Y esa es la razón por la que ya no me impresiona o me parece algo fantástico trabajar con artistas. Algunos dicen que la magia se va perdiendo, pero yo no lo veo así. No hay mayor magia para mí que trabajar en lo que amo.
Así que ese es el update por el momento... see you around, people.
Redacté lo primero que se me vino a la cabeza, no lo publiqué en Facebook, no hice un gran anuncio. Quise retomarlo como un ejercicio de constancia, más para mí que para los pocos lectores de este espacio. Demostrarme a mí misma que puedo hacerlo de nuevo.
Y la verdad es que quien me siga en mis diferentes redes sociales sabe que estoy haciendo "algo" siempre. Gracias a Dios, desde que decidí emprender la mayoría del tiempo tengo un proyecto, algo que editar, algo que ocupa mi mente. Últimamente he inclinado mi pasión por comunicar a la producción y a las relaciones públicas. Como hobbie hago vídeos cortos para Instagram, he perfeccionado mi fotografía... Y sí, he dejado de lado escribir.
Sur de Guayaquil, 2017. Fotografía y edición: Danna Hanna.
Verán, les contaré algo que no sé ni por donde empezar porque aún no entiendo. Escribir para mí era un desahogo, algo que usaba para verter todos aquellos sentimientos (que callaba), frustraciones, emociones. Y no era mala escribiendo, lo disfruto y disfrutaba bastante... Pero la realidad es que empecé a escribir orientándome hacia lo profesional. Y en este punto de mi vida siento que escribir, profesionalmente hablando, no me llena. Quiero más, siempre quiero más.
Así que aproveché un pretexto para desvincularme de la página en la que solía escribir, dejar este blog, dejar todo. Y sólo apuntar cosas puntuales. No sé por qué lo hice. Y quise a inicios de este año retomarlo, con mucha fuerza, con muchas ganas. Pero sólo me duró semanas.
Muchas veces he escuchado que dicen que hacer tu actividad favorita y ligarla con una persona que te importa es lo peor. Y hoy lo entiendo. Porque eso me pasó a mí. Me dejó de importar alguien y dejé de escribir. Y cuando quise volver, no fue lo mismo. Nunca será lo mismo.
Pero las letras no tienen la culpa, escribir cura. Escribir te hace expresar de una manera diferente lo que callas y lo que sientes en el corazón. Por eso me obligué a retomar este blog y por eso volveré a hacerlo profesionalmente... pronto. Y de verdad.
En cuanto a los proyectos alternos, todo va bien, por el momento. Terminé recientemente una campaña con Influencers y me quedó bastante bien, dio de qué hablar y eso es lo importante. Trabajar con mi mamá desde niña en producción de shows me enseñó que siempre es un artista más, un profesional más. Así como yo decidí comunicar, él o ella decidió actuar, cantar, bailar. Y esa es la razón por la que ya no me impresiona o me parece algo fantástico trabajar con artistas. Algunos dicen que la magia se va perdiendo, pero yo no lo veo así. No hay mayor magia para mí que trabajar en lo que amo.
Así que ese es el update por el momento... see you around, people.
"... Tú mañana ya te fuiste pero antes me dijiste que el futuro es hoy", Café Tacvba, 'Futuro'.
Comentarios