Nota: Por obvias razones, los nombres de esta historia han sido omitidos.
Se casó "de velo y corona" a los 19 años.
Su esposo la vestía, elegía lo que era mejor para ella siempre, era una especie de muñeca en sus manos. Juntos tuvieron 3 hijos, todos seguidos.
Por la economía, se vieron forzados a emprender un negocio juntos, ambos lo atendían, como una pareja joven... se ayudaban entre ellos.
Cuando los hijos llegaron, ella se dedicó más a su otra profesión: ama de casa.
Cuidaba a sus niños y dejó de lado su carrera como esposa.
Como suele suceder en esas situaciones, la gente "la alertó", ya que "su marido podía haber estado en algo". Ella no lo pensó dos veces, sabía que debía iniciar sus averiguaciones...
Dejó a los bebés con su mamá, empezó a investigar y lo que le gustó no le agradó:
- Su esposo no era un él, en internet era "ella".
- Tenía "un" amante.
- Se consideraba "heterosexual" hasta que se casó... pero una vez que pasaron los años, fue sintiendo atracción hacia los hombres.
Hoy, ella tiene 35, trabaja cada día para darle lo mejor a sus hijos, estudia una carrera y "para la olla" a punta de esfuerzos.
Se divorció, pero como toda lección, algunas dejan huellas... a eso le atribuye una línea de expresión que tiene en la frente.
... Todo esto me lo contó en menos de media hora y yo no podía parar de sorprenderme, pues hasta antes de ese momento, ella había sido para mí una compañera más.
Uno nunca deja de conocer a las personas... Y siempre se puede aprender de las experiencias de otros.
Yo la miraba impávida, me admiraba su fortaleza y ella me decía que hoy era lo más normal, pues los seres humanos somos curiosos por naturaleza.
Y yo que creía que mi vida era complicada.
... Siempre puede ser peor.
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